Los ciudadanos del siglo XXI, integrantes de la denominada sociedad del conocimiento, tienen el derecho y el deber de poseer una información científica que les permita actuar en forma autónoma con criterio fundado y responsabilidad. Para ello es necesario poner al alcance de todos los ciudadanos esa cultura científica imprescindible y buscar elementos comunes en el que todos deberíamos compartir.

 Si consideramos el papel primordial que juegan ciencia y tecnología en la sociedad de nuestros días, este Taller, puede contribuir a dar una respuesta adecuada al desafío de actualizar enfoques de enseñanza que despierten entusiasmo y revitalicen el interés del alumno por el campo de las ciencias. En este sentido se insiste en la necesidad de instalar, en la formación docente, la “alfabetización científica” (Fourez, 1997) como objetivo educativo fundamental.

 El Taller se constituye en un espacio para introducir al estudiante en una metodología que incorpora los preconceptos o ideas previas a tener en cuenta en la enseñanza, la resolución de problemas como punto de partida, el planeo de hipótesis y su contrastación y tiene en cuenta el lugar de la experimentación en laboratorio o campo y, fundamentalmente del error como una fuente esencial de aprendizaje.